viernes, 7 de octubre de 2016

Por qué no escribo una novela (razón enésimo primera): VONNEGUT



Tengo amigos que vienen de familia de artistas. Todos sus ancestros se dedicaron a diversas ramas del arte: escritores, pintores, actores, músicos. Ellos también intentan ganarse la vida produciendo cultura. La cultura antes te hacía libre, ahora te hace pobre. Todos en ciertos momentos preferirían haber heredado una gasolinera.

No sé dibujar ni pintar, lo hago igual, sólo que peor, que un niño. Soy un individuo poco musical, no sólo es que tenga mal oído, sino que puedo de hecho vivir sin música, lo he hecho en alguna época, así que según Nietzsche mi vida es un error. Y os voy a dar la enésima razón de porqué no escribo, o al menos no publico, una novela.

Razón enésima

Matadero cinco trata del bombardeo de laminación de Dresde por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, Pájaro de celda es un demoledor retrato de la época Nixon a través de un oscuro licenciado de Harvard (valga la aparente paradoja) de su administración, y Barbazul es una reflexión sobre el despegue del expresionismo abstracto en Nueva York. A mi juicio son las tres mejores novelas de Kurt Vonnegut, un espléndido escritor recientemente desaparecido, uno de mis favoritos. Y a pesar de eso fue 'desactivado' (por ejemplo, como eterno candidato al Nobel) incluyéndole en el género de la ciencia ficción, la SF. Insisto: a pesar de que sus tres mejores novelas a mi juicio no van de eso.

Vonnegut era un pesimista demoledor pero sin amargura; o sea, un humorista genial; por eso afirmaba tener una buena y una mala noticia. La mala era que los marcianos habían aterrizado en Nueva York y que se alojaban en el Waldorf Astoria.  La buena es que sólo comían hombres, mujeres y niños sin techo de todos los colores, y que meaban gasolina. (Aquí también han aterrizado marcianos, pero tenemos dos noticias buenas, que también comen a hombres mujeres y niños con techo -hipotecado-, aunque primero a los otros. Mean agua bendita y compran el pis de los otros para sus ferraris).

Mis escritores favoritos, como este, me hacen modesto porque me hacen ser perfectamente consciente de que todo esto que escribo sobra. Es como cuando Borges decía que de lo que se preciaba verdaderamente es de ser buen lector, sólo que yo, en su caso, no le creo, y a  mí, en cambio, me sobran motivos y datos para que me creáis.

Además ser artista (un gran escritor, por ejemplo) es muy jodido.




                      "Confetti" de Kurt Vonnegut:
                                       

("No sé qué harán ustedes, pero yo practico una religión desorganizada. Pertenezco a un impío desorden. Nos hacemos llamar "Nuestra Señora del Perpetuo Asombro") K.V.

2 comentarios:

  1. Matadero cinco es un novelón con mayúsculas. Es una injusticia que se haga uso de este encasillamiento para negar el mérito literario de grandes autores.

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